Extraño clima el de El Aaiún, capital de la provincia del mismo nombre, situada 550 kilómetros al sur de Agadir. Los vehículos de la Misión de las Naciones Unidas para el Referendo del Sahara Occidental (MINURSO) recorren sus tranquilas avenidas y se estacionan en fila en los aparcamientos de los hoteles de cuatro estrellas. Polvorienta, en los confines del desierto, la rubia ciudad colonial fundada por los españoles, parece inmóvil. Desde 1975, año en que Marruecos tomó posesión de esta ciudad de aproximadamente 200.000 habitantes, conviven saharauis y marroquíes; la malfha y la deraa, vestimenta tradicional saharaui de la mujer y el hombre respectivamente, se mezclan con las hijabs y los jeans. La coexistencia pacífica de las poblaciones casi haría olvidar que, desde mayo de 2005, los independentistas se manifiestan varias veces por semana para reclamar la secesión de Marruecos.
El 30 de octubre pasado, los acontecimientos tomaron un trágico giro: (...)