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Wal-Mart

Las costureras del Sur

Poco exigente acerca de las condiciones de trabajo en las empresas de las que se abastece, Wall-Mart subcontrata una gran parte de sus productos en África, en América Latina y, de ahora en adelante, en China, donde los sueldos son aún más bajos.

por Jean-Christophe Servant, enero de 2006

Desde setiembre de 2003 Jane Doe II, quien utiliza dicho seudónimo para “protegerse tanto asimisma como a su familia de todo perjuicio o represalia”, se afana sobre su máquina de coser en una empresa de confección de Shenzen, en el sur de China. Como otras 4.800 empresas del país, su sociedad trabaja para una de las marcas que comercializa Wal Mart, el gigante del comercio minorista. A fin de aprovisionar las secciones del supermercado, Jane Doe II –una de las 130.000 empleadas chinas que la firma estadounidense subcontrata– puede llegar a trabajar hasta 20 horas diarias sin recibir ninguna remuneración por las horas extras. A Jane Doe II, tampoco se le paga el salario mínimo legal de 31 centavos la hora (equivalente a 0,25 euros), fijado por las leyes laborales de su país, sino 16,50 centavos la hora (equivalente a 0,13 euros). Por otra parte, dado que su (...)

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DossierWal-Mart al asalto del mundo

Desde comienzos del siglo XX, el “modelo Ford” ha dominado la economía mundial. Éste postulaba que el enriquecimiento, relativo, de los empleados y la garantía de sus puestos de trabajo les permitiría ser buenos clientes de la industria y de esta forma contribuir, sin problema alguno, a una producción creciente.
  • Wal-Mart al asalto del mundo

    Desde comienzos del siglo XX, el “modelo Ford” ha dominado la economía mundial. Éste postulaba que el enriquecimiento, relativo, de los empleados y la garantía de sus puestos de trabajo les permitiría ser buenos clientes de la industria y de esta forma contribuir, sin problema alguno, a una producción creciente.
  • Wal-Mart al asalto del mundo

    Serge Halimi
    En 1992 el presidente estadounidense expuso la siguiente fórmula: “El éxito de Wal-Mart es el mismo que el de Estados Unidos”. Desde entonces, la multinacional de la distribución se ha convertido en la empresa más grande del mundo. Y el dumpin social que ejerce contamina la economía occidental.
  • Resistencias populares

    Olivier Estèves
    Mientras comercios como Le Bon Marché eran un fenómeno circunscrito a la ciudad de París, Woolworth, fundada en 1879 en Lancaster (Pennsylvania), ya poseía 59 sucursales en 1900 en EE.UU. Un siglo más tarde, la llegada del mastodonte Wal-Mart causó la quiebra de decenas de miles de comercios.
  • Patronos, no: “dirigentes a nuestro servicio”

    Barbara Ehrenreich
    En su obra Por cuatro duros. Cómo (no) apañárselas en Estados Unidos (Editorial RBA, Barcelona, 2003), cuenta su experiencia como empleada de Wal-Mart, con un sueldo de 7 dólares la hora. El siguiente pasaje evoca la imagen que la empresa quiere proyectar de sí misma y que transmite a sus nuevos empleados.