Sobre su lápida, Leonardo Sciascia, fallecido en 1989, mandó escribir una frase del escritor Auguste de Villiers de l’Isle-Adam: “Nos acordaremos de este planeta”. Treinta años después de su muerte, ¿el planeta se acuerda de Sciascia? En Italia, el centenario se ha traducido en celebraciones, programas y simposios realizados bajo el patrocinio de algunas eminentes instituciones. En Francia, este parece haber pasado casi desapercibido, pese a algunas iniciativas editoriales.
Este olvido es aún más lamentable teniendo en cuenta que durante años Francia prestó mucha atención a Sciascia. Gracias a Maurice Nadeau y algunos otros, toda su obra fue traducida, leída y admirada en este lado de los Alpes. Sobre todo, esta segunda patria –donde incluso consideró establecerse a finales de la década de 1970– le había dado algunos de sus escritores favoritos: Voltaire, Paul-Louis Courier o Stendhal. Y para un lector del talante de Sciascia –gran rumiador de textos, coleccionista de (...)