“¡Aquí no tenemos nada que vender! Lo que nos importa es la emancipación y la autonomía, no la innovación tecnológica”. Así nos recibe, a principios de marzo, en el Laboratorio Autónomo de Biología, Alternativo, Solidario y Experimental (Labase), un doctor en biología de 50 años que se hace llamar Gerónimo. Junto a Antonin Demange, un ingeniero de investigación en biología de 38 años, está testando un dispositivo que han diseñado para probar la eficacia de las mascarillas caseras contra el coronavirus. “Lo único que hemos comprado es un nebulizador de 12 euros”, aclara Gerónimo. El resto del aparato lo componen un compresor de nevera recuperado, un filtro de cafetera italiana y una botella troncada. El objetivo es concebir una máquina barata y fiable, reproducible en todo el mundo.
Estos adeptos de la “bricobiología” se reúnen desde enero de 2019 en este laboratorio situado al sureste de Montpellier. Mesas de laboratorio, balanzas (...)