La aparición en la primavera de 2012 de una elegante joven junto al dirigente Kim Jong-un, que según se supo más tarde se llamaba Ri Sol-ju y era su esposa, apuntaba a brindar una imagen más moderna del régimen. Esta presencia femenina contrastaba con el misterio que había rodeado la vida privada de su padre, Kim Jong-il (fallecido en diciembre de 2011), raras veces visto con sus compañeras. La discreta elegancia de Ri Sol-ju nada tiene de extraordinario: muchas mujeres jóvenes con las que uno se cruza en los lugares frecuentados por las nuevas clases privilegiadas en Pyongyang dan cuenta de ello.
En las calles, la vestimenta femenina se ha tornado más variada y colorida. Los tacones y las plataformas abundan, incluso en los pies de jóvenes mujeres soldado que están de permiso. La influencia de la moda china es visible en las secciones de las tiendas estatales: el mayor fabricante (...)