Fue la primera vez que la ley aprobada en 2018 “para promover la participación conjunta de hombres y mujeres en política” –que así se llama– se aplicaba a unas elecciones legislativas japonesas. Sin embargo, los comicios del 31 de octubre de 2021 supusieron un retroceso en lo que respecta a la proporción de mujeres elegidas para ocupar un escaño en la Cámara de Representantes: 45 diputadas en los 465 escaños, frente a las 47 de hace cinco años, cuando Japón renqueaba en el puesto 164 (de 190 países) de la lista de paridad política.
Las feministas japonesas habían reclamado que esta ley incluyera la obligatoriedad de procurar una “distribución equitativa de candidatos hombres/mujeres”. Pero se encontraron con la negativa firme de los diputados de la derecha y la versión ratificada se limita a pedir a los partidos que hagan “el mayor esfuerzo posible”.
En los últimos comicios, el Partido Liberal Demócrata (PLD), (...)