Descreo de los motivos aducidos por los defensores de lo que sólo el inglés ataca; tampoco me convence que después del fracaso de la teoría conspirativa que manejó el Partido Popular bajo la férula de Aznar, las razones de los valedores del idioma predominante en la Península obedezcan a un cambio de embestida en la era de Rajoy. Pienso que es mucho más repetitivo y tenebroso.
Un artículo de Bernard Cassen nos pone en la pista. Cuenta que hace un par de años, el ex marine yanqui Guy Wysser-Pratte y el fondo de pensiones NR Atticus –domiciliado en las islas Vírgenes británicas– lanzaron un ataque fulgurante y victorioso contra la firma multinacional francesa de zapatos y vestimenta André, de 140.000 asalariados y 2.358 tiendas. Los nuevos propietarios liquidaron a los ejecutivos de André y nombraron a un nuevo consejo de administración cuya primera medida fue: todas las reuniones se (...)