“En Brasil no hay partido conservador”, se lamentaba recientemente la revista Veja en un artículo que llevaba el título de “El enigma de un país sin derecha” (11 de abril de 2011). Frente a un Partido de los Trabajadores (PT) que ha sacado de la pobreza a cuarenta millones de personas desde 2002, ninguna de las veintisiete formaciones oficiales osa identificarse como “de derechas”. Hasta los más reaccionarios han adoptado apelativos de consonancias progresistas, como “Los Demócratas”. En toda América Latina, las formaciones conservadoras, dominantes durante los años 1990, están ahora en plena travesía del desierto. Los resultados de los diversos escrutinios de un año electoral intenso abren un interrogante: ¿ha desaparecido la derecha latinoamericana?
Por supuesto, todavía conserva algunos bastiones, como Colombia y Panamá, dos países que, con México, no parecen haber sido alcanzados por la “ola roja”. Pero de los siete escrutinios presidenciales del año 2014, probablemente cinco van (...)