El conflicto en torno a la reclamación mayoritaria en la sociedad catalana del ejercicio del derecho a decidir su futuro, incluida la independencia, continúa estando en el centro de la agenda política y parece estar lejos de verse resuelto por una vía democrática y legal. Esta situación de bloqueo contrasta con otros casos que, aun siendo diferentes en más de un aspecto, como los de Quebec y Canadá o Escocia y el Reino Unido de Gran Bretaña, contienen rasgos similares. En ambos conflictos hemos podido comprobar cómo el derecho a la autodeterminación y a la secesión no concierne sólo a países colonizados o bajo dictaduras, sino que también puede plantearse y se ha podido ejercer en Estados del Norte con regímenes de democracia liberal.
Crisis del viejo paradigma nacional-estatal
En el trasfondo de estos conflictos se encuentra el debate no sólo sobre los nacionalismos y las naciones, sino también sobre qué (...)