“¡Mirad esto!”, Stefan Palme se gira hacia un mapa de color donde aparecen los terrenos agrícolas de la región que se puede visualizar en la pantalla de su ordenador. Este cincuentón dirige una explotación de cereales biológicos a ochenta kilómetros al norte de Berlín. Mil cien hectáreas de trigo, centeno, espelta, cebada, avena, y una granja en parte construida en el siglo XVII sobre un antiguo territorio de junkers, los grandes propietarios terratenientes de la nobleza prusiana. En el mapa, el hombre señala polígonos coloreados: “Las parcelas en rojo son del Land de Brandeburgo; las que están en rosa, de la Iglesia”. Después muestra las superficies más amplias: “Estos terrenos son de Steinhoff, estos de Thomas Philipps”.
Steinhoff es un gran fabricante alemán de muebles, asociado a un holding internacional cuya sede se encuentra en Sudáfrica. Thomas Philipps posee una cadena de tiendas outlet. Frente a tales competidores, ni siquiera la (...)