¿Por qué lo que fue posible en Rusia en 1917 –es decir, una revolución obrera– fracasó en todo el resto del mundo? ¿Cómo es posible que en ese momento, el movimiento fuera derrotado en todos los demás países europeos (en Alemania, en Hungría, pero también en la Italia de los “consejos de Turín”, en 1919-1920, cuando los trabajadores del norte del país ocuparon sus fábricas durante varios meses)?
Esta pregunta es el punto de partida de los famosos Cuadernos de la cárcel de Antonio Gramsci, quien, cuando era un joven revolucionario, había hecho sus primeras armas en la experiencia de Turín. Esta obra política fundamental del siglo XX, escrita pocos años después del reflujo de este proceso, ofrece una profunda meditación sobre el fracaso de las revoluciones en Europa, y sobre la manera de superar la derrota del movimiento obrero de los años 1920 y 1930. Tres cuartos de siglo después de (...)