“Nada de negociaciones, ¡autodeterminación!”. Con este eslogan ha surgido el movimiento Vetëvendosje (“autodeterminación” en albanés) en el panorama político de Kosovo. Al denunciar la mala gestión, las privatizaciones, la corrupción de los representantes electos y la pesada tutela de los países occidentales, federa las aspiraciones de una juventud que ha crecido en las difíciles condiciones de una posguerra sin fin.
La noche de las elecciones legislativas anticipadas, el 11 de junio de 2017, hubo que esperar hasta la confirmación de los resultados, pasada la medianoche, para que comenzara la fiesta. Entre la muchedumbre que bailaba a ritmo de rock, interrumpido por algunas canciones patrióticas o eslóganes de los seguidores del club de fútbol de Pristina, los miles de jóvenes provenientes de la periferia de la capital se podían cruzar con las grandes figuras de la izquierda intelectual de Kosovo y de Albania.
Urbano, popular, con formación, pero sobre todo muy joven: así (...)