En Estados Unidos, Jay Shafer adquirió fama en 2007, cuando el show de televisión de Oprah Winfrey popularizó su concepto de tiny house (“casa diminuta”). Entonces vivía de forma sostenible en un habitáculo de nueve metros cuadrados montado sobre ruedas, abarrotado de ideas ingeniosas, con un techo a dos aguas y un porche. Estructura en madera clara, edredón blanco sobre la cama en altillo: el sobrio diseño confería a su interior una elegancia rústica. Incluso había logrado instalar una chimenea. En diez años, entre su Iowa natal y California, vivió en tres tiny houses que había diseñado y construido él mismo. Después de cofundar en 2002 la Small House Society, lanzó una empresa de diseño de casas parecidas a la suya, cuyo precio no superaba los 30.000 dólares.
Desdramatizar las cuestiones de vivienda y propiedad en un Estados Unidos donde sus hipotecas basura (subprimes) estaban conduciendo al desastre, promover una vida (...)