Un ejército de trabajadores pobres, machete en mano; gigantescas plantaciones; vías férreas que desembocan en tres puertos –Cortés, Tela, La Ceiba– desde donde las bananas, principal riqueza de Honduras, parten hacia el extranjero. Febrero de 1974: la compañía estadounidense Standard Fruit despide a setecientos trabajadores en represalia por la creación de un impuesto a la exportación de 1 dólar por caja de 40 libras. Abril: el impuesto se reduce a 50 centavos, y luego a 25 centavos. 22 de abril de 1975: el jefe del Estado, general Oswaldo López Arellano, es destituido; había recibido 1.250.000 dólares de otra multinacional, la United Brands –nueva denominación de la tristemente célebre United Fruit–, a cambio de reducir el impuesto.
Otros tiempos. ¿Otras costumbres? En diciembre de 2008, el presidente Manuel Zelaya aumenta el salario mínimo de 126 euros a 202 euros. Conmoción en el seno del directorio de la empresa Chiquita, ¡ex United Brands! (...)