Hacia la medianoche del 22 de julio de 2002, un avión del ejército israelí lanzó una bomba de una tonelada sobre el barrio de Al-Daraj en Gaza, una de las zonas residenciales más densamente pobladas del mundo. La operación estaba dirigida contra el ex jefe del ala militar de Hamas en la Franja de Gaza, Salah Shehadeh, que esa noche se encontraba en la casa con su familia. Shehadeh y otros catorce civiles, en su mayoría niños, resultaron muertos, y otras ciento cincuenta personas heridas, la mitad de ellas de gravedad. Las casas vecinas fueron total o parcialmente destruidas.
Más de seis años después, el 20 de enero de 2009, en Madrid, el juez Fernando Andreu Merelles decidió, en nombre del principio de competencia de jurisdicción universal, abrir una investigación contra siete responsables políticos y militares israelíes de crímenes de guerra. El Tribunal español juzgó que los hechos podían corresponder a (...)