Amir Imran nos muestra el lugar. “Mi carpa está por allá, al lado de la del servicio técnico, donde se ocupan de internet, del contacto con las otras ocupaciones, de las actualizaciones en Facebook. Ésta es la cocina, que sirve desayuno, almuerzo y cena. Y ésta es la carpa ‘té y empatía’, donde hay un piano, ¡té y café gratis!”. En Londres, frente a la Catedral de San Pablo, en el corazón de la City, decenas de carpas proliferan desde el 15 de octubre de 2011.
Imran duerme aquí desde el comienzo y sólo deja el campamento dos días a la semana para asistir a clases. Con 24 años, llegó a la capital británica hace unos meses para terminar sus estudios de periodismo. Viene de Malasia, donde “hay una ley draconiana que permite encarcelar a alguien si se lo considera sospechoso de alterar la armonía y el orden público. Allá, participaba (...)