No me gusta la ordenación femenina y masculina en la literatura. El arte no debe tener géneros, aunque entienda la imposición de cuotas de representación femenina. Entre las nuevas generaciones surgen en Galicia entre otros, Miguel Barrera, María Xosé Lamas, Iria Fernández Crespo y Pilar Pallarés, todos y todas de ambos sexos, galleguistas y progresistas, bisagras de la transición y de amplia temática (el paisaje, el tiempo, la nostalgia, el mar…)
Respecto a las mujeres, hay jóvenes en Galicia que producen una poesía eminente y arriesgada; aunque lo cierto es que la poesía femenina posee su propio universo. Ya la psicoanalista Melanie Klein había advertido que el cuerpo y la sexualidad tienen su propia condición. Desde niña, la mujer siente la fuerza de su interior creativo, que se nota en la transparencia de la palabra en su relación a la luminosidad de un mundo, en el intelecto y en el (...)