El sol se pone después de otra jornada de calor aplastante en Burkina Faso, África Occidental. Pero aquí, en la explotación de Yacouba Sawadogo, el aire es claramente más fresco. Con un hacha pequeña sobre el hombro, este cultivador de barba gris recorre sus bosques y sus campos con la facilidad de un hombre mucho más joven. Sawadogo no sabe leer ni escribir pero no por eso deja de ser un pionero en materia de agroforestación, un enfoque basado en la integración de los árboles en el sistema de producción agrícola. Esta técnica, que ha transformado en estos últimos años el Sahel occidental, constituye uno de los ejemplos más prometedores de la manera en que las poblaciones pobres pueden afrontar el cambio climático.
Vestido con ropa de algodón oscuro y una boina blanca, Sawadogo se sienta cerca de las acacias y de los azufaifos que dan sombra a un cercado que (...)