“Mucho de lo que hoy hacemos, lo hacía ya hace 25 años la CIA de manera encubierta”. Quien hace estas sorprendentes declaraciones es Allen Weinstein, historiador y primer presidente de la National Endowment for Democracy (NED) –Fundación Nacional para la Democracia– una asociación estadounidense sin ánimo lucrativo y con objetivos particularmente virtuosos: promover los derechos humanos y la democracia.
La NED aún no existía cuando el 26 de febrero de 1967 The Washington Post desató un escándalo con repercusiones internacionales: develaba que la Agencia Central de Inteligencia, CIA, financiaba en el exterior a sindicatos, organizaciones culturales y medios de comunicación, así como a reputados intelectuales. Por el articulo se supo cómo hacía llegar el dinero. El ex oficial de la Agencia, Philip Agee nos lo confirma: “La CIA utilizó conocidas fundaciones estadounidenses, pero también otras entidades creadas para tal fin y existentes sólo en el papel”.
Para reducir la presión, el presidente (...)