¡Hay que salvar al presidente Mahmud Abbas! Proclama unánime y a los cuatro vientos la “comunidad internacional”. Y presenta audaces propuestas: reanudar la ayuda a la Autoridad Palestina; aliviar el sufrimiento de la población civil; iniciar negociaciones de paz para apoyar a los palestinos “moderados”. Hasta Ehud Olmert descubre de repente que Abbas es un “interlocutor” con el que se puede discutir la paz. La Casa Blanca y la Unión Europea, que durante años han ignorado los abrumadores informes sobre la situación en Cisjordania y en Gaza, publicados por instituciones tan dispares como el Banco Mundial, Amnistía Internacional o la Organización Mundial de la Salud, parecen por fin salir de su prolongado letargo.
Ese repentino despertar ha sido provocado por la inapelable victoria de Hamás en Gaza. Sin embargo, ni Estados Unidos ni Israel le habían escatimado los medios militares a Al Fatah para que pudiera imponerse, autorizando en varias ocasiones (...)