El criollo reunionés es uno de los ciento veintisiete sistemas lingüísticos de este tipo (pidgins) registrados en el mundo: idiomas que tienen su origen durante la colonización. “Hay tres etapas. En primer lugar está el encuentro entre los amos, por un lado, y las poblaciones serviles, por otro –dice Francky Lauret, catedrático de criollo–. Lo fundamental en esta etapa es transmitir las órdenes y hacerse entender. En una segunda fase, tras la industrialización de las plantaciones, los recién llegados ya no estaban en contacto con la lengua del amo, sino con la de la primera generación de esclavos, que adaptaron la lengua del señor. Este encuentro produce una lengua ‘vehicular’. Finalmente, la última etapa es la de la nativización: la lengua vehicular se convierte en la lengua materna del niño nacido en las islas”.
El criollo reunionés procede de la langue de d’oïl, principalmente de los dialectos del noroeste del Hexágono. (...)