Durante mucho tiempo, fue una alianza invisible incluso para los dirigentes de los países implicados. Hubo que esperar hasta 1973 para que, con ocasión de una crisis constitucional, fuera descubierta por el laborista australiano Gough Whitlam, entonces primer ministro. Quien había emprendido la modernización de su país, abolido la White Australia Policy (la política racial de inmigración que solo permitía inmigrar a los europeos blancos), retirado a sus soldados de Vietnam y reconocido a la República Popular China, descubrió que Australia estaba vinculada a una red secreta de intercambio automático de información con Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Nueva Zelanda, conocida coloquialmente como los “cinco ojos” (five eyes o FVEY). Al mismo tiempo, se enteró de que la base de escuchas australiana de Pine Gap prácticamente había pasado a estar bajo el control de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)... la cual presumiblemente provocará su destitución dos años (...)