El consumo total de energía primaria en el mundo se elevó, en 2001, a 10.200 millones de toneladas equivalentes de petróleo (TEP), de las cuales el 39% (3.940 millones de toneladas) fue en forma de petróleo crudo. La utilización de esta energía fósil, que ha aumentado un 57% desde 1970, se ve casi siempre acompañada de su combustión, contribuyendo fuertemente al efecto invernadero. La combustión de una tonelada de petróleo desprende 3,04 toneladas de gas carbónico (CO2) y las emisiones globales de CO2 provenientes de esta fuente ocupan el primer puesto (42%) de las emisiones totales, que han llegado en 2001 a más de 24.000 millones de toneladas equivalentes de CO2.
El transporte absorbe el 25% de la energía producida y también arroja el 25% del CO2 emitido en el mundo. Dentro de este sector, más del 80% de las emisiones pueden atribuirse al transporte por carretera. La actividad del transporte, (...)