En la línea de los publicistas, los medios de comunicación llaman “concepto” a todo proyecto que se limite al lanzamiento de algún nuevo “invento”, incluso cultural. En tales condiciones, no sorprende que se haya puesto en cuestión el contenido de este “nuevo concepto” que es el “decrecimiento”. A riesgo de decepcionar, repitamos que el “decrecimiento” no es un concepto, en el sentido tradicional del término y que, hablando con propiedad, no existe una “teoría del ‘decrecimiento’” análoga a las teorías del crecimiento elaboradas por los economistas. El “decrecimiento” es simplemente una consigna, lanzada por aquellos que realizan una crítica radical del desarrollo con el objetivo de romper el discurso estereotipado y economicista y diseñar un proyecto de recambio para una política del posdesarrollo.
El “decrecimiento” en sí mismo no constituye, en realidad, una alternativa concreta; es más bien la matriz que posibilita múltiples alternativas. Se trata entonces de una propuesta necesaria (...)