“Imagínense –escribió Vaclav Havel– unas elecciones cuyos resultados son ampliamente conocidos de antemano y a la cual se presentan toda una serie de candidatos cuya incapacidad es notoria. Cualquier escrutinio supuestamente democrático que se maneje de ese modo sería considerado una farsa”. El ex presidente checo no pensaba en el Parlamento europeo sino en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Y sin embargo…
Desde las primeras elecciones de diputados europeos llevadas a cabo por sufragio universal, en 1979, la tasa de abstención ha saltado del 37% al 54%. No obstante, los poderes del Parlamento se han acrecentado y su campo de acción ha pasado a afectar a 495 millones de habitantes (frente a los 184 millones de hace treinta años). Europa ocupa el centro de la escena, pero no llega al público. ¿Por qué?
Sin duda, porque en realidad no existe ninguna comunidad política continental. La esperanza de que la (...)