“Como periodista, si volviera a mi país sería asesinado debido a mi profesión. A lo largo de mi carrera he escrito y hablado mucho sobre la situación en Ruanda y a las autoridades de mi país de acogida nunca les ha gustado mi trabajo. Para ellos soy un periodista incómodo que debe ser eliminado a toda costa”.
André, periodista.
El 7 de enero de 2015 la redacción del semanario Charlie Hebdo en París fue atacada con la excusa de la publicación de una serie de viñetas donde se satirizaba a Mahoma. Doce personas fueron asesinadas y diez heridas.
Días después, cincuenta jefes de Gobierno “acompañaron” a los millones de ciudadanos que se manifestaron en Francia repudiando el atentado y reivindicando el derecho a la libertad de expresión como “uno de los valores fundamentales de la democracia”, según palabras de Hollande. Una afirmación contundente, que es difícil no compartir. Una contundencia que (...)