El 13 de octubre de 2016, los siete candidatos para las primarias “de la derecha y del centro” participaron en un debate televisado. Entre los temas abordados, “la integridad de los dirigentes políticos”. Como telón de fondo, la longevidad indiscutida de esos responsables condenados por la Justicia o imputados en procedimientos judiciales interminables. Esta cualidad todopoderosa real o supuesta puede alimentar la sospecha de impunidad y facilitar el trabajo de la extrema derecha, con el lema de “todos están podridos”. Bruno Lemaire desplegó una propuesta incluida en su programa: “Cuando alguien quiere ser candidato para la función pública tiene que presentar un informe de sus antecedentes judiciales. ¿Y no le vamos a exigir lo mismo a un candidato para unas elecciones locales, para unas elecciones nacionales? Sí, es una exigencia de transparencia; sí, es una exigencia de ejemplaridad. No pone a nadie en el punto de mira, pero concierne a (...)
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¿Pasa la ejemplaridad por la inelegibilidad?
por David Garcia,
febrero de 2017
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