Una montaña de flores y de crucifijos se eleva en la plaza del Pilar en este día de mediados de octubre con motivo de las Fiestas del Pilar de Zaragoza. Las calles rebosan de turistas, los grandes almacenes hacen su agosto: ningún sóviet, ninguna toma de ningún Palacio de Invierno ibérico. Tanto aquí como en Madrid, Cádiz, Santiago de Compostela, Barcelona, Valencia, Ferrol, La Coruña o también Badalona, una “coalición de unidad popular” formada por militantes de movimientos sociales y de diversos partidos de izquierdas ganaron las elecciones municipales de mayo de 2015. Pero, a pesar de las estridentes protestas de los conservadores, alarmados por esas victorias, la revolución se lleva a cabo discretamente.
“Una ciudad no cambia en año y medio. Igual se necesita para un cambio cultural una generación”, considera Guillermo Lázaro, coordinador del grupo municipal de la candidatura ciudadana Zaragoza en Común (ZeC). Antes de añadir que, a (...)