Nguyen Van Thien, con el cabello negro cayéndole sobre la frente, de unos cincuenta años, dinámico y de ojos risueños, se encuentra entre aquellos a los que el Partido Comunista de Vietnam (PCV) llama los “soldados del Tío Ho en el frente de la economía” –en referencia a Ho Chi Minh, héroe de la independencia y fundador de la República Democrática de Vietnam–. Él lleva a cabo la lucha en el frente de la ropa, y sus clientes son multinacionales como la estadounidense Gap, la japonesa Uniqlo, la española Inditex..., de lo que se enorgullece mucho.
Nos encontramos con él en una de sus fábricas que se adentran en los campos de los alrededores, en el gran suburbio de Bac Giang, a una hora y media en coche de la capital, Hanói. En esas cuatro hileras de extensos hangares se amontonan maquinaria y obreros –en su mayoría mujeres–. Un edificio ligeramente (...)