El tratamiento mediático de las manifestaciones en Hong Kong confirma que el tema de la “guerra de civilizaciones” se extiende hoy en día a China. Desde hace ya varios meses, documentales, libros y artículos se esfuerzan en confrontar unos supuestos “valores occidentales” y unos, también supuestos, “valores chinos”. Esta construcción de dos ideologías radicalmente ajenas la una a la otra recuerda las grandes horas de la Guerra Fría, donde cada uno ponía de relieve sus propios principios.
En el lado occidental, asistimos al renacimiento de una forma de nacionalismo, a la construcción de una identidad supuestamente fundada en unos valores específicos. Prueba de ello son dos publicaciones recientes en Francia: una del periodista François Bougon; la otra, del reputado investigador Jean-Pierre Cabestan.
Ambos libros se presentan como un intento de comprender la trayectoria política de China. Sin embargo, al final, todo queda claro. De viaje a Atenas, Bougon explica desde el ágora (...)