En 2016, encuestadores y periodistas dieron por derrotado a Donald Trump, predijeron el “no” al brexit, prometieron la victoria a Alain Juppé. Se equivocaron en las tres ocasiones. ¿Se explica esta asiduidad en el error por una mala suerte insigne o por el peso de los prejuicios? La agenda política del inicio del año 2017 ofrece una situación casi experimental para zanjar esta cuestión: el tratamiento mediático comparado de dos dirigentes socialdemócratas, Martin Schulz en Alemania y Jeremy Corbyn en el Reino Unido.
El primero entró en escena a finales de enero como candidato oficial del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) contra la actual canciller Angela Merkel. El expresidente del Parlamento Europeo, cómodo delante de los periodistas, personifica ese centroizquierda neoliberal pero sensible a la suerte de los pobres. Fue subiendo en las encuestas y en seguida resonó un canto de amor: “La ‘Schulzmanía’ llega a los alemanes” (La Croix, 10 de (...)