Cuando en 2004, poco antes de la reelección de George W. Bush como presidente, el periodista estadounidense Thomas Frank se preguntó ¿Por qué los pobres votan a la derecha?, planteó una cuestión que desde 1980 conserva actualidad. Ese año, la victoria electoral de Ronald Reagan se vio marcada por el vuelco de una parte de los votos del electorado blanco de origen obrero o de (baja) clase media del Partido Demócrata hacia el Partido Republicano. Tal cambio aparecía tanto más sorprendente cuanto que, sindicados en su mayoría, esos electores a menudo eran residentes de territorios afectados por la recesión.
Stanley Greenberg, consultor demócrata, intentó explicar esta evolución a partir del análisis político y sociológico del condado de Macomb, situado al norte de Detroit. Mayoritariamente poblado por clases medias y obreros blancos, en 1960 el 63% de este condado votaba por John F. Kennedy contra Richard Nixon. Veinticinco años más tarde, los (...)