La Central Intelligence Agency (CIA) creó, a partir de 1993, tras el primer atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, su primera unidad al mando del agente Michael Scheuer con la misión de buscar, capturar o matar a Osama Ben Laden, a pesar de que su organización, Al Qaeda, había ya cometido atentados al menos desde 1992 contra intereses estadounidenses en Yemen y Somalia.
Tres años después, en 1999, Al Qaeda fue incluida por primera vez en el Informe de Organizaciones Terroristas Extranjeras que, desde 1996, llevaba elaborando el Departamento de Estado norteamericano. Fue cuando la red terrorista ya había añadido a su lista de ataques el perpetrado –también en 1996– contra las Khobar Towers, complejo de viviendas en Arabia Saudí donde murieron 19 estadounidenses, y los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, que dejaron 229 muertos.
Pero la lentitud de reacción que se tuvo entonces (...)