La granja de la señora Jacki Schilke es la única vivienda en 35 kilómetros a la redonda. Esta agricultora de los alrededores de Williston siempre se ha negado a que las compañías realicen prospecciones en sus tierras, pero varias infraestructuras petroleras se levantan junto a sus campos de pastoreo. Desde 2011, sus vacas padecen un extraño mal: adelgazan y a veces pierden la cola. Así que recurrió a las autoridades de Dakota del Norte para que estudiasen su terreno. Los inspectores que realizaron esa tarea no hallaron nada anormal.
La señora Schilke contrató entonces a un experto independiente, que en una muestra de aire tomada sobre su granja halló varias sustancias –benceno, metano, cloroformo, butano, propano, tolueno y xileno–, todas ellas asociadas comúnmente a la extracción de hidrocarburos por fracturación hidráulica, o fracking. En su pozo se hallaron también importantes cantidades de sulfatos, cromo y estroncio. En su cerebro se encontraron (...)