¿Quién lo hubiera dicho? Hace menos de diez años el mercado del gas dependía ampliamente de las importaciones estadounidenses. Pero hoy en día, Estados Unidos está cerca de convertirse en exportador. Ese cambio modifica profundamente la geopolítica mundial. Como el gas de esquisto es teóricamente explotable en numerosas regiones del planeta, principalmente en China y en Europa, otros actores importantes de ese mercado podrían emerger próximamente, mientras que ciertos países o regiones, como Rusia u Oriente Próximo, podrían resultar debilitadas, a pesar de las dudas –financieras, técnicas, medioambientales– que existen sobre el futuro de ese gas no convencional. En el mundo de los hidrocarburos, el bluff forma parte del negocio.
Desde la posguerra hasta el comienzo de la década de 2010, el mercado del gas natural (convencional) se estructuraba a partir del flujo de importación-exportación entre las regiones productoras –URSS, Oriente Próximo– y los grandes centros de consumo: Estados Unidos, Europa, (...)