Teherán, 14 de julio por la noche. Miles de personas salen a la calle para celebrar a bombo y platillo el acuerdo firmado en Viena entre Irán y el grupo “P5 + 1” (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania). Después de doce años de crisis y al final de una maratón diplomática de veintiún meses, este primer desenlace llena de alegría a una población debilitada por las sanciones económicas impuestas a su país. El entusiasmo es tal que algunos manifestantes, mujeres jóvenes incluidas, no dudan en lucir sobre su ropa banderas estadounidenses, una osadía impensable hace pocos años.
Menos de un mes después, desfilan las delegaciones de ministros y de empresarios occidentales con vistas a la próxima reapertura del mercado iraní. Sin embargo, aún existen varios interrogantes, y no pequeños, con respecto al futuro del país y a un acuerdo cuya primera finalidad era impedir que Irán se (...)