- Selçuk
Las autoridades monetarias europeas a veces se parecen a Calimero, el héroe de unos dibujos animados creados en los años 1960: un pollito negro con media cáscara de huevo por gorro que, episodio tras episodio, se topaba con un mundo que juzgaba hostil. “¡Es muy, pero que muy injusto!”, decía con voz quejumbrosa y un ojo empañado en lágrimas a modo de sistemática conclusión.
¿Y qué es lo que les parece “muy injusto” a los epígonos europeos del personaje imaginario? Pues la debacle de la moneda única frente a las divisas internacionales, en particular el billete verde. Si en agosto de 2020 un euro se cambiaba por 1,20 dólares, el pasado septiembre no daba ni para uno. ¿Consecuencia? En el Viejo Continente se dispara el precio de los productos y las materias primas denominadas en la divisa (...)