“Mi salud, mi laboratorio: ¡protejamos a quienes nos protegen!”, titula un prospecto que justifica la huelga de los “biólogos liberales” del 1 al 3 de diciembre de 2022 en Francia, tras la precedente del 14 al 17 de noviembre. El documento advierte del peligro que corre “el futuro de la biología” y denuncia “la política de austeridad” de la sanidad pública francesa y los 250 millones de euros de ahorro anunciados. ¿Se trata de una “simple huelga” de profesionales liberales que defienden sus intereses mientras se aprueba el presupuesto de la Seguridad Social? Podemos dudarlo. Para comprender qué hay detrás de este movimiento, es necesario examinar la historia del sector y de un fenómeno socioeconómico profundo que lleva transformándolo dos décadas: la financiarización de los laboratorios privados de biología médica (LBM).
Históricamente, la biología médica francesa se ha organizado en torno a dos pilares: los laboratorios de hospital y los llamados (...)