Lo metafórico del título nos predispone a interpretar esta obra en la mejor tradición de la novela negra, es decir, buscando una lectura más allá de la peripecia que hable de la condición humana. En este caso, el tema de fondo es la contraposición de las ideologías revolucionarias, enraizadas en el concepto de bondad innata, frente al caracter cínico y egoísta del ser humano.
Dos personajes, encarnación de esas dos facetas, se perseguirán por distintos escenarios del siglo pasado como si la maldición de un mito clásico hubiese caído sobre ellos. Su viaje les llevará desde la clandestinidad del comunismo de los años 1930 en Estados Unidos hasta la efervescencia socialista y libertaria de la España de la guerra civil. A despecho de las dimensiones de un formato que excede merecidamente la media de los álbumes, Las serpientes ciegas pide ser interpretada como una auténtica novela gráfica. Felipe Hernández Cava, reconocido (...)