“Es un momento fundamental en la historia del sionismo. Ciento veintidós años después de que Herzl publicara [su visión de] El Estado judío, hemos establecido por ley el principio fundamental de nuestra existencia”. Al realizar esta declaración, el 19 de julio a las 3:35 de la madrugada, tras la adopción por parte del Parlamento israelí de una nueva ley fundamental, ¿se estaba considerando Benjamín Netanyahu como el auténtico fundador del Estado judío?
Según el primer ministro israelí, “Israel es el Estado nación del pueblo judío, que respeta los derechos individuales de todos sus ciudadanos. En Oriente Próximo, solamente Israel respeta estos derechos”. Ahora bien, otorgando prioridad a la identidad judía en la definición del Estado, varias disposiciones de este texto, por el contrario, atentan contra los derechos de dos millones de ciudadanos no judíos, entre ellos una importante minoría árabe: “Solo los judíos pueden ejercer aquí exclusivamente su derecho natural, cultural, (...)