“La industria se ha acabado, llegan los servicios”
¿De qué sirve oponerse al sentido de la historia? La industria simplemente sigue el camino recorrido por la agricultura antes que ella. Como el desarrollo consistiría en pasar del sector primario al sector secundario y, más tarde, del secundario al terciario, los países del Norte se dirigirían hacia una economía inmaterial, basada en los servicios e impulsada por “empresas sin fábricas” (según la expresión del presidente-director general de Alcatel en 2001, Serge Tchuruk), mientras que la producción industrial –contaminante y laboriosa– se vería deslocalizada, siendo trasladada a países con salarios bajos.
La industria y los servicios no son opuestos: se trata de sectores de actividad imbricados y complementarios. Desde hace veinte años, la externalización de funciones hasta entonces asumidas en el seno de las empresas industriales (restauración, limpieza o incluso contabilidad) explica en parte la disminución del número de puestos de trabajo directos (...)