Cuando el pasado mes de febrero la aviación francesa bombardeó una columna de tanques de la Unión de Fuerzas de la Resistencia (UFR), un movimiento de la oposición armada chadiana, los analistas no se olvidaron de recordar la larga historia de injerencias de la antigua potencia colonizadora en Chad. Esta operación, durante la cual se habría acabado con la vida de varios miembros de la UFR, se distingue en un punto: por primera vez desde hace mucho tiempo, París asume plenamente la utilización de la fuerza en un asunto de política interior y pone en dificultades a su aliado, el presidente, aunque poco demócrata, Idriss Déby Itno.
Francia “ya no se limita a generar condiciones favorables para una victoria del Ejército chadiano: bombardea por sí misma a los rebeldes”, señala así la politóloga Marielle Debos. Al retomar la propaganda del régimen autocrático chadiano, para el cual los rebeldes no son más (...)