A partir de mediados de los años 1990, con el crecimiento del comercio entre China y sus vecinos, el renminbi (RMB), o yuan, pasó a ser un medio de pago bien recibido en toda la región. En la cumbre del G-20 de noviembre de 2008 en Washington DC, Hu Jintao, el entonces presidente, se había comprometido a diversificar el contenido en divisas extranjeras de las reservas chinas. Acto seguido se tomaron medidas para promover la internacionalización del RMB, algo que no pasó desapercibido. A finales de octubre de 2014, el yuan se convirtió en una moneda de reserva en más de cincuenta países y territorios.
Según la Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (Swift), el RMB reemplazó a los dólares canadiense y australiano en diciembre de 2014 para convertirse en la quinta moneda de pago mundial. Se sitúa justo detrás del dólar estadounidense (87% de los intercambios internacionales), del euro (6,6%), (...)