En el cuarto acto de la obra de Molière, Don Juan recibe a un impaciente acreedor, Dimanche. Decidió valerse de las grandes proclamaciones de amistad para hacer que el comerciante volviera a su casa satisfecho pero sin haberle pagado ni un céntimo. “Me presenta tantas muestras de respeto y me hace tantos cumplidos que nunca podría pedirle dinero”, explica Dimanche más tarde. El pasado 24 de junio, Barack Obama recurrió, sin lugar a dudas, a algunas estrategias de su propia cosecha cuando prometió al presidente François Hollande, una vez más, que dejarían de realizar escuchas de las conversaciones telefónicas de su “socio indispensable”.
¿Es esto debido a que temía que Francia emprendiera medidas judiciales, que los sancionaran con algunos millones de euros (al igual que BNP Paribas recibió del Tesoro estadounidense), que cesaran las negociaciones para el libre comercio con Europa, que se pusiera en tela de juicio la Alianza Transatlántica (...)