Todo comenzó, en Francia, con la Ley Pécresse de reforma universitaria. Algunos estudiantes y docentes se oponían a esta ley. Los estudiantes decidieron el bloqueo de la universidad como forma de protesta. Se puede estar a favor o en contra, no estoy seguro de que la decisión haya favorecido a los manifestantes y su imagen, pero hoy, en última instancia, poco importa. La cuestión, en este momento, sobrepasa este debate.
Hace algunos días, el rector de la Universidad llamó a las “fuerzas del orden”: vigilantes privados, muy jóvenes, sin formación, arrogantes y superados por los acontecimientos, patrullan la Facultad con un brazalete naranja que dice “seguridad”. Increpan a todo el mundo, tutean a todo el mundo, y nos piden que justifiquemos nuestra presencia en la Universidad mostrando nuestra credencial “multifunción” (una tarjeta magnética de estudiante o profesor que sirve también como carnet de biblioteca y como tarjeta... de pago dentro del (...)