El asunto comienza en 2003. Mientras el gobierno argelino realizaba denodados esfuerzos diplomáticos para obtener apoyo financiero y militar de Washington, Abderrazak “El-Para”, un ex oficial de las fuerzas especiales del ejército argelino que se había unido oficialmente a la guerrilla del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), dio al régimen una ayuda inapreciable. El 4 de enero, en vísperas de la llegada a Argel de una importante delegación militar estadounidense, que viajaba para tratar la reanudación de la venta de armas a Argelia en el marco de la lucha antiterrorista, su grupo atacó un convoy militar cerca de Batna. Saldo: 43 soldados muertos y gran conmoción en la población.
Mediante un video grabado, cuya falsedad se descubriría más tarde, los servicios secretos del ejército argelino, el todopoderoso Departamento de Información y Seguridad (DRS, ex Seguridad Militar), se esforzaron por convencer a la opinión pública internacional de que (...)