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Tras de la muerte de Yasir Arafat

Abu Mazen, el último palestino

Apenas pasado un mes de su elección, el Presidente palestino Abu Mazen se encuentra a un paso de salir con éxito de su empeño: obtener el alto el fuego de Hamás, de la Yihad Islámica y de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, organizaciones integradas en las Fuerzas de Seguridad. ¿Tendrá por fin Ariel Sharon que cumplir sus promesas? Para el Cuarteto (Estados Unidos, Unión Europea, ONU, Rusia), la retirada de Gaza se inscribe en la “Hoja de Ruta” destinada para crear un Estado palestino dentro de los territorios ocupados por Israel en 1967.

por Hussein Agha y Robert Malley, febrero de 2005

Si el ascenso político de Yasir Arafat configuró el panorama palestino contemporáneo, su muerte lo transformará fundamentalmente. Arafat fue único en su género, y singularmente apropiado para la condición de su pueblo tras la guerra de 1948: derrotado, desposeído y disperso, sin un Estado que lo defendiera, un territorio que lo albergara, o una estrategia política que lo uniera. Los palestinos padecían divisiones de familia, clase y clan, estaban diseminados por toda la región y fuera de ella, explotados por los designios en conflicto de muchos y presa de las ambiciones de todos. Gracias a su historia y a su personalidad, a fuerza de carisma y astucia, seducción y prepotencia, suerte y absoluta perseverancia, Arafat llegó a representarlos a todos por igual y a erigirse en el rostro del pueblo palestino, tanto para ese pueblo como para el mundo.

El objetivo primordial de Arafat era la unidad nacional, sin la cual (...)

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P.-S.

Este artículo ha sido traducido de su versión original en inglés publicada en New York Review of Books.