El 23 de junio de 2000, la Unión Europea (UE) y 77 países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) firmaron la Convención de Cotonou, un texto típico de las iniciativas de la Unión de los últimos 15 años. Envuelto en un discurso humanista, solidario y generoso, se perfilaba una Europa punta de lanza de la globalización neoliberal, que imponía sus ideas a aquéllos a quienes brindaba su ayuda.
Esto no fue siempre así. En 1963, con la firma de la Convención de Yaundé surgió el primer acuerdo entre la Comunidad Económica Europea (CEE) y 18 Estados africanos y malgache asociados. La Convención trataba sobre el comercio, con preferencias arancelarias no recíprocas en favor de los productos de dichos países, la cooperación financiera y técnica y, sobre todo, proyectos de infraestructura económica y social. En 1975, bajo el impulso del comisario europeo Claude Cheysson, se firmó la primera Convención de (...)