¿Por qué deberíamos preocuparnos por la ecología? Sencillamente porque la viabilidad de la especie humana está en juego. ¿No podría proporcionar el humanismo espiritual, como nueva forma de pensar, nueva cosmología y nueva ética, una respuesta convincente al riesgo de extinción prematura que pesa sobre nosotros?
La edad moderna se definía por la primacía del humanismo secular. Éste ha llegado a ser tan dominante que ha eclipsado prácticamente cualquier creencia religiosa e ideológica. Hace casi un siglo que la vida intelectual en China permanece encerrada en un perímetro formado, estrechamente, por el cientificismo, el materialismo y el racionalismo. Incluso, actualmente, se caracteriza por un economicismo y un consumismo que tienen un profundo impacto negativo en el medio ambiente. Sin embargo, se avecina un cambio radical.
Necesitamos urgentemente realizar críticas fundamentales con respecto a las consecuencias negativas de la modernidad, como el antropocentrismo en sus formas agresivas y posesivas. El humanismo espiritual (...)