El 9 de marzo de 1995 moría a los 103 años el publicista estadounidense Edward Bernays y nacía un mito: el del propagandista capaz de inducir cambios en la sociedad y moldear a su antojo la opinión pública mediante la publicidad. Su carrera, que arrancó como integrante del Committee on Public Information (CPI) –una comisión formada en 1917 por el presidente demócrata Woodrow Wilson con el fin de legitimar la entrada de Estados Unidos en la guerra–, se desarrolló después en un sector entonces inexplorado: la consultoría de relaciones públicas, que ejerció desde su propia agencia. Durante el periodo de entreguerras alcanzó cierta notoriedad gracias sobre todo a la publicación de sus libros Crystallizing Public Opinion (1923) y Propaganda (1928). Sin embargo, hacia el final de su vida, cuando concedió una entrevista al investigador Stuart Ewen, ya prácticamente nadie se acordaba de él.
Y hete aquí que, durante las dos últimas (...)